La vida es finita, duele el existir. El Alma estruja lágrimas que se deslizan por las mejillas hacia la boca, y siento el sabor amargo de la existencia misma del ser. Del mismo modo, las paredes o muros de mi Tucumán, exudan y descascaran nuestra historia, cultura, vivencias, lo social, lo antropológico, el barrio, mi vieja con su batón floreado, la juntada de los amigos del barrio en una esquina donde bebíamos una cerveza, lo popular, lo viejo lo moderno. Un sinfín de imágenes mentales o concretas, que testimonian nuestro paso por este segmento mínimo de una recta universal e infinita.
Los medidores de luz eléctrica, giran y marcan los voltios, interpretan las energías del transcurrir cotidiano, o se aceleran cuando rondan los 45 grados de sensación térmica a la sombra, al igual que lo hace un marcapasos, regula el latir de los corazones de los amantes fundiéndose en el Amor y, si se detiene, se hace presente la Muerte y se abre la puerta de aquello que ni siquiera sospechamos. Quizás pasemos a ser solo Energía.
Life is finite, existing hurts. The soul wrings out tears that run down the cheeks towards the mouth and I taste the bitter flavor of the existence proper of the self. Similarly, the walls on the street in my Tucuman sweat and peel off our history, our culture, our experiences, the social matters, anthropological issues, my neighborhood, my mom in her everyday flowered- dress, a get- together with friends on a corner in the town where we used to gather for a beer, the popular things, the old and the modern ones. Everlasting mental or real images which testify our walking along this minimum part of a universal and boundless straight line.
Power meters spin and indicate volts, they read and interpret the energy used of a daily passing by in the city, or they accelerate when the temperature reaches 45 degrees Celsius, (usual temperature in the summer, and in the shade, in Tucuman), exactly the same way a pacer works, that is it regulates lovers’ heartbeat merging into love, if it happens to stop working, death appears and with it a door opens to the unknown, or to something we do not even suspect that may happen. Maybe we will only turn into energy.
